EVIDENCIAS DE CUCARACHAS EN MURCIA
Existe la falsa creencia que las cucarachas solamente invaden hogares o viviendas sucias, por lo que a mucha gente le cuesta reconocer que sufren esta plaga en sus casas. Si bien es cierto que la falta de higiene es una gran ayuda para que estos insectos se reproduzcan de forma explosiva, hay que dejar claro que no es el motivo por el que entran en las casas.
Una cucaracha solamente requiere de agua, comida y una temperatura cálida para afincarse en una vivienda, por lo que cualquier casa es susceptible de sufrir su molesta presencia, independientemente de lo limpia y ordenada que esté. Sin embargo, mantener la casa limpia y ordenada es una de las claves para controlar los niveles de infección y evitar que se incrementen exponencialmente, ya que permite limitar la cantidad de comida y refugios disponibles, y por tanto, frenar su multiplicación.
Las cucarachas pueden introducirse en casa por distintas vías: escondidas dentro de bolsas, paquetes, cajas de cartón, hueveras, o electrodomésticos infectados, escabulléndose desde el exterior por hendiduras u orificios en puertas o ventanas o mediante desagües, o moviéndose de una vivienda a otra por tuberías, alambrado o paredes compartidas.
El principal motivo por el que la introducción de las cucarachas en casa pasa desapercibida es por su actividad nocturna. Al permanecer inactivas durante el día, la probabilidad de poder observarlas introduciéndose en el hogar es muy baja.
La presencia de cucarachas se suele detectar mediante dos indicios básicos: el daño que causan durante la alimentación, o por la materia fecal que depositan en las zonas más frecuentadas.
Las cucarachas son insectos dotados de mandíbulas. Las especies que se comportan como plagas urbanas se suelen alimentar de productos con un elevado contenido de almidón, grasas y azúcares, por ejemplo, carne, quesos o dulces.
Sin embargo, aunque sientan predilección por estos productos, pueden alimentarse de casi cualquier cosa, como animales muertos, madera podrida, vegetales en descomposición, aguas negras del alcantarillado, pelo, libros… Las marcas realizadas por las mandíbulas sobre los elementos sólidos de los que se alimentan son señales inequívocas de su presencia.
Pero, ¿qué medidas de prevención pueden llevarse a cabo a nivel particular? La adopción de determinados hábitos puede ayudar a limitar e incluso reducir el nivel de incidencia de plagas de cucarachas. Algunos de ellos son:
• Bloquea los puntos de riesgo: Es muy probable, especialmente si tu vivienda o local cuenta con cierta antigüedad, que haya puntos de riesgo que faciliten el acceso de este tipo de insectos. Localizarlos y cerrarlos resultará fundamental para reducir riesgos. Presta atención a grietas, y orificios. Especialmente dentro del sistema de tuberías en lugares de alta humedad como la cocina o el baño.
• Rutinas de limpieza: Debes tener en cuenta que las cucarachas se sienten especialmente atraídas por residuos orgánicos. Mantener un seguimiento sobre el estado en que se encuentran los lugares más vulnerables ayudará a reducir las probabilidades de incidencia.
• Espacios muertos: A menudo los principales focos de riesgo se sitúan en espacios muertos que generalmente se hallan detrás de muebles y electrodomésticos. Habitúate a retirarlos periódicamente para su desinfección y limpieza.
• Control de residuos: Se debe evitar su acumulación en lugares húmedos y faltos de luz. Además, su almacenamiento en recipientes cerrados impedirá el acceso de cucarachas y otros insectos reduciendo las probabilidades de incidencias.
• Revisión de las mercancías: A menudo las cucarachas suelen introducirse dentro del hogar a través de embalajes. Toma el hábito de revisarlos para reducir las posibles vías de acceso.
• Vigila los niveles de humedad: La mayor parte de insectos, incluyendo las cucarachas, suelen buscar entornos húmedos. Adquirir el hábito de ventilar las estancias dificultará su penetración y asentamiento.